El “olvido” es el inicio de una demencia?
A veces el término de Alzheimer nos suena a chiste y creamos mil bromas alrededor de este nombre, pero lo cierto es que a todos nos produce un gran temor. En la edad adulta empiezan manifestaciones de olvido y surge la pregunta sobre si ¿Será esto un inicio de demencia, o es sólo cansancio y exceso de trabajo?
Aunque a veces creemos que algunos olvidos son normales, obtener un diagnóstico temprano de cualquier tipo de demencia es muy importante.
El período de incertidumbre y ansiedad sobre si hay algún tipo de demencia genera grandes cantidades de estrés y depresión, no solo en la familia sino en con la persona que está presentando los cambios. Es importante buscar un diagnóstico médico lo antes posible, para con éste poder disminuir la ansiedad. Muchas veces las personas sienten que se están volviendo locos y otros temores similares porque no saben qué es lo que está ocurriendo en su cerebro.
Es importante poder tener la oportunidad de iniciar los tratamientos adecuados disponibles a tiempo e iniciar la planificación del futuro.
Al determinar las causas de la demencia que están afectando a la persona se pueden descartar otras causas tales como una depresión, infartos cerebrales, deficiencias vitamínicas, problemas de tiroides u otras que enfermedades que conllevan un deterioro cognitivo que puede ser transitorias y reversibles con un adecuado tratamiento.
¿Cómo saber si un olvido es normal y benigno y cuándo es que estos cambios podrían ser el inicio de una enfermedad demencial?
El olvido benigno es parte del proceso normal del envejecimiento. La mayoría de las personas experimentan olvidos durante el día. Sin embargo, podemos darnos cuenta que éstos indican la posibilidad de alguna enfermedad cuando la vida de la persona se ve alterada por éstos.
Generalmente cuando ocurren estos cambios la persona del la vida lleva ya muchos años de padecer algún tipo de demencia, muchas veces hasta 10 años antes de que la persona sea diagnosticada ya que el propio proceso degenerativo empieza antes de que se puedan ver las manifestaciones clínicas.
Cuando las capacidades intelectuales de la persona son muy grandes y el número de neuronas activas es mayor, más lento es el deterioro.
Jenny Mora Vargas
Psicogerontóloga
casasolcr@gmail.com
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