Atención - Concentración: Rompecabezas.



 La atención es centrar la actividad de nuestra mente o de nuestros sentidos en una tarea específica o en un estímulo determinado.
 
En psicología se entiende la atención como una cualidad de la percepción mediante la cual realizamos un filtrado de los estímulos que recibimos y les damos valor, los priorizamos o los rechazamos.
 
La atención implica la presencia de un estímulo y también implica la capacidad de concentrarse. El estímulo puede ser interno o externo a la persona.
 
La atención puede ser voluntaria  (cuando voluntaria y conscientemente decidimos concentrarnos en un estímulo o en una tarea específica) o puede ser una atención espontánea  (un acto reflejo y automático que se da cuando un estímulo aparece inesperada o sorpresivamente).
Una atención voluntaria, por ejemplo, es la que ponemos al leer un libro, es un acto que hemos decidido voluntariamente. Una atención espontánea es la que prestamos, por ejemplo, al presenciar un choque de automóviles, que viene a ser un estímulo que no hemos buscado sino que se ha producido sorpresivamente.
 
También podemos hablar de atención selectiva: cuando nos centramos en los estímulos relacionados con la tarea que estamos realizando y obviamos los estímulos que no tienen relación con esa tarea... por ejemplo cuando leemos en un transporte público, ponemos atención selectiva en el texto que estamos leyendo y obviamos a las personas que hay alrededor y sus conversaciones.
 
Atención sostenida  es cuando nos mantenemos concentrados  de manera constante por un largo período de tiempo en un determinado estímulo o tarea
 
Atención dividida  es cuando existe la  capacidad de prestar atención a dos o más estímulos al mismo tiempo, un gran ejemplo de ello son las mamás que pueden estar concentradas en cocinar pero a la vez están prestando atención al hijo que juega en la habitación de al lado.
 
La atención y la concentración están estrechamente relacionadas. Si aparece un estímulo distractor, que es relevante para nosotros o que nos causa sorpresa, la concentración se pierde.
 
La atención está igualmente  relacionada con el aspecto emocional: las tareas o estímulos que se relacionan con aspectos que nos agradan o que valoramos positivamente, van a generar que le prestemos mayor atención consciente, voluntaria y sostenida. Caso contrario, cuando realizamos una tarea que no nos es agradable, nos costará más tener una atención sostenida.






















SOLUCIONES:

Imagen A: cuadro 1.
Imagen B: cuadro 2.
Imagen C: cuadro 2.
Imagen D: cuadro 3.
Imagen E: cuadro 1.





Comentarios

Entradas populares