KAI-ZEN, en la mejora de la calidad de vida de la Persona Adulta Mayor.

¿CÓMO APLICAR EL KAIZEN A TU VIDA COTIDIANA?

Existen diferentes formas de aplicar esta filosofía, pero puedes comenzar planteándote algunas preguntas básicas:
  • ¿Qué resultados deseas alcanzar?
  • ¿Qué hábitos necesitas poner en práctica para alcanzar esos resultados?
  • ¿Cuál es el pequeño paso más grande que puedes dar para empezar a formar esos hábitos?
Esta estrategia alternativa para el cambio se llama Kaizen. El kaizen se resume en este familiar pero poderoso refrán:
"Un viaje de mil millas comienza con un primer paso."
La belleza y el desafío del kaizen es que requiere fe. No necesariamente fe religiosa, o un rígido e irreflexivo compromiso, peros sí la creencia en el poder de tu cuerpo y tu cerebro para llevarte a donde necesitas ir. Dando pasos pequeños, orientas tu brújula mental hacia una nueva dirección, permitiendo que tu mente haga el resto.
Trata de ver el kaizen como un proceso que nunca se acaba. No lo olvides en un cajón una vez que hayas alcanzado tu objetivo. El kaizen nos invita a ver la vida como una oportunidad de mejora continua, para buscar siempre estándares más elevados y ampliar las posibilidades.
Nos dice John Wooden, entrenador de baloncesto universitario:
"Cuando mejoras un poco cada día, al final ocurren grandes cosas. Cuando mejoras tu forma física un poco cada día, al final se produce una gran mejora en tu forma física. No mañana, ni al día siguiente, pero al final has hecho un notable progreso. No hay que buscar mejoras rápidas y espectaculares, sino mejoras pequeñas, día a día. Esa es la única forma en que ocurren, y cuando lo hacen, permanecen."
Considera que el kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzarte cada día un poco más, llegar cada día un poco más lejos, pero sin presionarte demasiado.
Únicamente recuerda: aunque los pasos puedan ser pequeños, aquello que queremos lograr no lo es. Comprometer tu vida en respetar y mantener tu salud física; con la pasión, el riesgo y la excelencia de una carrera profesional exigente; con la búsqueda de una relación satisfactoria con otro ser humano; o la continua revisión cada vez mayor de tus estándares personales, es empeñarse en objetivos poderosos, a menudo elusivos y, en ocasiones, temibles.
Pero, por ahora, todo lo que necesitas hacer es dar un pequeño paso.
Un ejemplo:
Vamos a hacer pequeñas acciones para acercarme a mis objetivos. ¿Y por qué pequeñas acciones? Porque es mas fácil para conseguirlo y así se evita el desánimo. Supongamos que eres desordenado y quieres cambiar. Tienes dos opciones, la primera quieres hacerlo rápido, lo tendrás complicado, seguro que abandonas perdiendo la confianza en ti mismo.
Al abordar grandes metas, por lo general es aconsejable trabajar solamente en una meta a la vez, pero con el enfoque Kaizen, trabajando en varias cosas a la vez será enteramente factible.
Trata de hacer sólo un 1 por ciento algo  mejor que el día anterior. Empieza poco a poco y haz tus incrementos graduales. Evita la tentación a impacientarse y empieza a correr hacia adelante y da saltos más grandes. Tómalo con calma, lento, constante y consistente. Simplemente trata de hacer algo un poco mejor de lo que hiciste el día anterior.
Una vez que hayas alcanzado tu meta, inicia un plan de mantenimiento, y a mantenerlo durante el resto de tu vida. ¿Has perdido bastante peso? Sigue con el plan de dieta / ejercicio manejable en el que estás, por tiempo indefinido. ¿Has llegado al punto en que estás leyendo 30 minutos al día? Sigue así, y disfruta viendo cómo una biblioteca de libros leídos se acumula año tras año.
El mejoramiento de ti mismo no es un destino. Es un proceso. Es como el afeitado; a pesar de que lo hiciste esta mañana, todavía vas a tener que despertar y hacerlo de nuevo mañana. El proceso nunca termina.
Asigna a cada una de esas pequeñas cosas una pequeña acción que suponga una mejora. Que sea muy, muy fácil, tanto que no dudes que puedas fracasar. ¿Puedes correr 1 solo minuto? Corre 1 minuto. Está bien, ya se mejorará.
Hazlo. En cuanto puedas, a la primera oportunidad, en el primer momento libre, hazlo. Son cosas muy sencillas.

¿CÓMO SABER CUÁNDO NECESITAS RECURRIR AL KAIZEN?

Todos los cambios, incluso los positivos, dan miedo. Los intentos de lograr objetivos utilizando medios radicales o revolucionarios, a menudo fracasan porque aumentan el miedo. Pero los pequeños pasos del kaizen desarman la respuesta cerebral al miedo, estimulando el pensamiento racional y el juego creativo.
El kaizen es una excelente herramienta, sobre todo cuando sabemos exactamente hacia dónde deseamos encaminar nuestros pasos pero, aún así, la meta nos parece demasiado distante. Esta filosofía se puede aplicar cuando:
  • No te atreves a dar el primer paso porque te sientes desbordado/a por la inmensidad o complejidad de la tarea que te has propuesto.
  • Te has estancado en el camino porque no logras vislumbrar el próximo paso o este te atemoriza, de forma que comienzas a procrastinar.
  • Estás pensando en abandonar porque te parece que el trayecto que tienes por delante es demasiado largo o difícil.
Recuerda que tu mente siempre te empujará a la zona de confort, que es donde se siente más cómoda y segura. En esas circunstancias, el kaizen es extremadamente útil, ya que te permitirá continuar avanzando sin agobiarte. Te animo a que compruebes los beneficios que esta herramienta te puede ofrecer: elije ahora mismo un área  de mejora y planifica tu hoja de ruta con los pequeños y graduales cambios que puedes ir incorporando hasta alcanzar tu objetivo. Y no te olvides de disfrutar del proceso, mejorar y crecer siempre es un placer.


Comentarios

Entradas populares