La importancia de mirar el lado bueno de la vida.

La persona  optimista  valora  lo que tiene, se centra en las posibilidades y recursos para mejorarlo. Se anima a si misma hacia la superación de las dificultades, lo que estimula la producción de neurotransmisores, consiguiendo con ello, al activar el cerebro, mas lucidez cognitiva, mas esperanza, recursos y opciones.

 “Ningún pesimista descubrió jamás los secretos de las estrellas, ni navego hasta una tierra ignota, ni abrió un nuevo cielo al espíritu humano.” Helen kéller

¿Qué es la actitud positiva? Todos podemos elegir como vivir nuestra vida, como sentirnos por las cosas que día a día nos van sucediendo, la forma en que afrontemos los acontecimientos puede hacer que estos se desarrollen de una u otra forma.
En definitiva la actitud que tengamos va a influir mucho en como esos acontecimientos van a afectarnos.
Por ello es muy importante que caminemos por la vida con una buena actitud positiva. Si decidimos mantener la actitud positiva insuflaremos a nuestra vida más optimismo, enfrentaremos más fácilmente las preocupaciones y podremos eliminar de nuestra vida los pensamientos negativos. O sea conseguiremos cambios en nuestra vida muy positivos.
 
Beneficios que se pueden conseguir al desarrollar y mantener una actitud positiva 
Tener una buena actitud positiva nos puede ayudar a caminar por el sendero de la felicidad y el éxito, a ver siempre el lado bueno de las cosas. Si conseguimos vivir con esta energía positiva no solo nos beneficiaremos nosotros también podemos influir en las personas de nuestro entorno, podemos contagiarles esa forma positiva de ir por la vida. 
 
Estos son algunos de los beneficios que una buena actitud positiva nos puede ayudar a conseguir: 
 
  • Ser más felices.
  • Realizar nuestras tareas cotidianas con más energía.
  • Tener una gran fuerza interior.
  • Nos puede ayudar a conseguir las metas que nos propongamos.
  • Ayudar a los demás a sentirse más motivados
  • Sentir que la vida merece la pena de ser vivida.
  • Conseguir el respeto de otras personas.
¿Qué cualidades comparten las personas con una buena actitud positiva?
 
Las personas que son capaces de mantener la actitud positiva tienen unas cualidades que las diferencian de los demás:
 
Siempre ven lo mejor en las demás personas: ser positivos nos ayuda a ver lo bueno que hay en otras personas, a tratarlas positivamente. Al hacerlo se consigue recibir lo mismo de ellas hacia nosotros. 
Saber ver las oportunidades: el tener buena actitud positiva nos ayudará a ver oportunidades incluso dónde otros creen que no existen. Ser positivos nos ayuda a desterrar el No de nuestras vidas. 
Creer en sí mismo: la actitud positiva ante la vida nos ayuda a tener fe en nuestras posibilidades. Es mucho más fácil alcanzar el éxito si creemos en nosotros mismos, hay que transmitir una imagen positiva y segura. 
Piensan en las soluciones: en muchas ocasiones se nos presentan problemas que no sabemos cómo resolver, no vemos ninguna salida. La persona positiva siempre piensa "un problema, una solución" y consigue resolver la situación con mucha más facilidad. 
Ser responsables de sus actos: las personas con actitud positiva tienen muy claro que deben ser responsables de todos sus actos y de sus pensamientos. Viven la vida con honestidad. 
Son generosos: una actitud positiva frente a la vida nos hace ser más generosos. A las personas positivas les gusta compartir y siempre están dispuestas a ayudar. 
Son persistentes: mantener la actitud positiva hace que las personas sean más persistentes a la hora de perseguir y alcanzar sus objetivos. Los desafíos les resultan estimulantes. 
 
Existen pruebas de que ser positivo es una conducta apropiada y constructiva con una probabilidad mucho mayor de conducir al éxito y al bienestar de la persona, y de que conviene cultivar determinadas formas de pensar y actuar con el fin de tener una vida mejor.
 
            La psicología positiva es el estudio científico de las estrategias que mejoran la vida. Se trata de crear experiencias positivas, rasgos positivos y formas de organización positivas con el propósito de mejorar la calidad de vida de la gente.
 
            La psicología positiva se centra en la parte buena de la existencia humana. Tradicionalmente, muchas personas han dado por sentado que sentirse feliz o ser positivo es tan solo el resultado de no estar pasando por un momento malo o triste. La gente considera que la felicidad, la satisfacción y la alegría son emociones más bien efímeras que aparecen cuando menos las esperamos y escapan a nuestro control consciente. Otros creen pensar  en que conduce al bienestar es un acto de egoísmo. Otros opinan que si eres feliz o optimista eres menos inteligente pues no terminas de enterarte de las cosas, otros dicen que uno es como es; o eres risueño o no lo eres, eres positivo o negativo según lo que te ocurra sea bueno o malo.
La psicología positiva se  concentra en lo que hace falta para tener una buena vida, que merezca la pena y se viva a tope. 
 
Algunos aspectos:
 
  • Tener mas emociones positivas que negativas.
  • Encontrar satisfacción  en la vida y en el trabajo.
  • Descubrir las propias fortalezas y capacidades y utilizarlas activamente.
  • Potenciar las virtudes.
  • Participar en actividades.
  • Fomentar una vida familiar positiva.
  • Disfrutar en el trabajo.
  • Contribuir al bien de la sociedad y empezar en tu comunidad.
  • Encontrar un sentido a la vida.

Las emociones positivas  están relacionadas con el éxito en la resolución de problemas y la construcción de recursos. Además, las emociones positivas contribuyen al desarrollo de redes interpersonales más extensas, mejor salud y más éxito en general.
           
 A la gente se le da muy bien calibrar lo felices que están en un momento concreto. Sin embargo, les cuesta más predecir que las hará felices, como será de intenso ese sentimiento y cuanto durara. Posiblemente esa sea la razón de que tantas personas se  aferren a la creencia de que las posesiones materiales les proporcionen felicidad. Aunque la mayoría de los habitantes de los países occidentales tienen ahora un nivel de vida mucho mas alto que anteriormente, su grado de felicidad no ha aumentado en los últimos cincuenta años. Esto se conoce como paradoja de Easterbrook  (y nos dice de cómo la vida mejora mientras la gente se siente peor). Easterbrook argumenta que las personas son negativas de por sí y por eso tienen que esforzarse para adoptar una actitud positiva y encontrar un sentido a la vida con el fin último de ser verdaderamente felices.
 
Regálate tiempo
Saca el máximo partido de tu tiempo, concéntrate en las cosas que te hacen sentir bien y reduce o elimina aquello que te causa tristeza. Si alteras la rutina seguro que te sentirás mejor.

¿Eres de las personas que siempre estas dispuesta a escuchar y prestar atención a las preocupaciones y miedos de los demás?, ¿te sientes mal ante el mero pensamiento de cargar a los demás con tus problemas?.

No entenderías que tus amigos pensaran que no pueden contar contigo y, sin embargo, tú no les estas contando unos problemas que son muy importantes para ti. No estas siendo honesto contigo mismo.

Necesitas dedicarte más tiempo. Los “descansos para mi” aumentan tu productividad.

Regálate un respiro, ya sea del trabajo o solo de tus pensamientos, tiene un efecto relajante y reparador. Quedarte con la vista fija en el techo, preguntándote por qué estas, no es una experiencia relajante. Sal con gente. Céntrate en actividades  que capten tu atención, que te hagan sentirte mejor y que se te den bien.
 
Algunas ideas: 
  • Sonríe de forma habitual.
  • Utiliza el lenguaje de manera posita
  • Disfruta de un café en tu bar favorito.
  • Queda con amigos para comer y luego reserva mesa, para que no sientas la tentación de cancelar la cita.
  • Saborea cada bocado de tu comida favorita.
  • Escucha música que te guste de camino al trabajo.
  • Haz ejercicio. Nada levanta el ánimo con más rapidez.
  • Hazte voluntario de alguna organización benéfica. Sentirte útil ayuda a subir la autoestima.
  • Repasa tu diario de actividades. busca que acción has marcado con mas puntos positivos, intenta recordar algunas de las cosas que mas te gustaban hacer.
  • Busca formas de empezar a hacer algo que siempre hayas querido hacer.
Reflexión para los que superamos los 50 años
 Aunque sigue sin quedar claro cuando se produce la plenitud del bienestar, porque las diferentes investigaciones arrojan resultados en cierto modo distintos- tres estudios recientes demostraron que la plenitud de la experiencia emocional positiva se produce a los sesenta y cuatro, sesenta y cinco, y setenta y nueve años, respectivamente-, lo que si resulta medianamente claro es que la juventud y la madurez incipiente no son las épocas mas alegres de la vida, sino probablemente las mas negativas.
 
Laura Carstensen, que fundo el centro sobre la longevidad de la universidad de Stanford, dice  que cuando empezamos a reconocer que nuestros años tienen un límite, cambiamos esencialmente nuestro punto de vista sobre la vida. El horizonte temporal más breve  incita a centrarnos mas en el presente y a invertir nuestro tiempo (relativamente limitado) y esfuerzos en las cosas de la vida que realmente importan. Así, por ejemplo, cuando envejecemos, nuestras relaciones mas valiosas se vuelven mucho más prioritarias que conocer a personas nuevas o asumir riesgos; invertimos más en estas relaciones y desechamos aquellas que no son muy alentadoras. Así las cosas, hay mas probabilidades de que nuestra experiencia emocional este constituida por tranquilidad y serenidad que por emoción y alegría. También llegamos a apreciar las cosas positivas de nuestra vida y aprendemos a obtener más felicidad de ellas.
 
Se considera que en la segunda mitad de la vida y en los años siguientes se fomenta la felicidad de otras diversas maneras. Saber que nuestro tiempo en la tierra es limitado, junto con la creciente madurez y las habilidades sociales que acompañaban a cada decenio nos motiva para maximizar nuestro bienestar y controlar las emociones con más eficacia. Por ejemplo, podríamos hacer lo posible para sentirnos mejor cuando estamos deprimidos, angustiados o furiosos, y evitar pasar el tiempo con personas o en situaciones que nos hicieron desdichados en el pasado. Conservar los sentimientos de satisfacción, serenidad, alegría o intimidad, también puede que se haga más fácil a medida que nos hacemos mayores, porque se ha descubierto que las personas con mayor madurez muestran una tendencia al positivismo en la atención y los recuerdos.
 
Una línea de investigación fascinante ha documentado que cuanto mas viejos somos, mas probabilidades hay de que seamos tratados con respeto y amabilidad: los demás se enfrentan a nosotros y nos critican menos, nos consienten y perdonan más y se esfuerzan en resolver tensiones y aplacar conflictos.
 
 

Reflexionemos: “es cierto mis años de fertilidad se han cambiado, pero un nuevo capitulo da comienzo”. De  ahora en adelante, daremos la  bienvenida a la mediana edad  y a la vejez con la mente preparada.

Relacionado con este articulo:

BIBLIOGRAFIA: 
LEIMON Averil y McMAHON Gladeana: Psicología positiva para Dummies. (2014). ED. Para Dummies
HIBBERD. Jessamy: Este libro te hará feliz. (2014). ED. Roca Editorial.
LYUBOMIRSKY. Sonja: los mitos de la felicidad. (2014). ED. Urano.

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