¿Por qué los japoneses tienen la esperanza de vida más alta del mundo?
Desde 1986, los japoneses tienen la esperanza de vida más
alta del mundo: viven una media de 86 años. Un especial publicado en 'The
Lancet' lo atribuye a su capacidad para hacer frente a los retos sanitarios.
Los japoneses viven más por su capacidad para hacer frente a
los diferentes retos sanitarios, según concluye un especial sobre el país nipón
publicado en la revista 'The Lancet' y recogido por el Servicio de Información
y Noticias Científicas (SINC).
"Estos artículos sobre Japón ponen de relieve su
capacidad única para hacer frente a los retos diferentes y cambiantes de la
salud de la población en los últimos 50 años a la hora de conseguir la
longevidad de sus habitantes", explican los autores, que esperan que
"sirva de guía para ayudar a otros países".
Desde 1986, los nipones tienen la esperanza de vida más alta
del mundo: sus bebés vivirán una media de 86 años. El primer estudio, liderado
por Kenji Shibuya, investigador de la Universidad de Tokio (Japón), muestra el
rápido aumento de la esperanza de vida durante las décadas de 1950 y 1960, a
medida que las primeras enfermedades infecciosasdisminuyeron y se redujo la
mortalidad por infarto.
La introducción de la cobertura sanitaria universal en 1961
hizo posible la igualdad de oportunidades en la promoción de la salud, que
alcanzó a toda la población, y a todas las regiones y grupos socioeconómicos.
Sin embargo, esta tendencia a la baja en la desigualdad socioeconómica
sanitaria disminuyó a partir de la década de 1990, con el aumento gradual de la
discrepancia en los salarios.
Los autores hacen hincapié en "cómo la experiencia del
país puede constituir un recurso importante para la comunidad sanitaria global
que trascienda las fronteras geográficas, sociales, culturales y políticas, que
ayude a entender y mejorar la salud de la población en todo el mundo".
Hoy los japoneses van al médico una media de 13,4 veces al
año, más del doble que los residentes del Reino Unido (5 veces). Además,
algunas empresas financian revisiones médicas completas (conocidas como ningen
dock) para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas y detectar el cáncer
en sus primeras fases.
Los futuros avances en la longevidad japonesa dependen de la
prevención de los factores de riesgo más importantes de enfermedades crónicas,
como el consumo del tabaco, la obesidad y la tensión arterial no controlada.
También deberá controlarse el tratamiento de la infección por Helicobacter
pylori (que tiene una gran presencia en varios países asiáticos).
"Con el éxito obtenido durante la transición sanitaria
tras la segunda Guerra Mundial, Japón necesita hacer frente a retos más
importantes derivados de una población que envejece rápidamente, causas que no
pueden achacarse a la tecnología sanitaria y a los efectos de una creciente
disparidad social para sostener la mejora de la salud de la población",
concluyen los autores.
El cuidado de los ancianos
La población anciana nipona continúa creciendo, al igual que
aumentan sus necesidades de atención. En el año 2000, Japón estableció de forma
obligatoria el seguro de cuidado a largo plazo (LCTI) para ayudar a las
personas mayores a llevar vidas más independientes y aliviar la carga de los
cuidadores familiares.
Según los autores, "la primera década de funcionamiento
del LCTI ha demostrado ser eficaz y manejable" y afirman que "el
enfoque japonés, con servicios diseñados específicamente para las personas
mayores, es la solución directa a la dificultad de los gobiernos para lidiar
con el creciente número de personas ancianas".
Disminución del número de suicidios
Más de 30.000 japoneses (el 70 por ciento de ellos, hombres)
se quitan la vida cada año, una estadística que se ha mantenido constante desde
la crisis financiera asiática de 1997.
El gobierno japonés ha adoptado medidas especiales, además
de los esfuerzos para controlar el acceso a lugares peligrosos y las drogas.
Tales acciones han disminuido la tasa de suicidios en las ciudades de
intervención del 70,8 por 100.000 por año en 1999 al 34,1 por 100.000 por año
en 2004, en comparación con los pequeños cambios en las tasas de suicidio en
las poblaciones de control del estudio.
"La clave para reducir con éxito la tasa de suicidios
en Japón es el uso de enfoques multidisciplinarios e interprofesionales para el
desarrollo integral de medidas de prevención y su puesta en práctica en una
escala más amplia", explica Yutaka Motohashi, investigador en la
Universidad de Akita (Japón).

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