10 Cualidades que debe tener un cuidador o cuidadora de adultos mayores.

Cuidado del adulto mayor - Domesticas de colombia

Cuando trabajamos en contacto directo con personas, especialmente con aquellas de edad avanzada, la formación o los conocimientos previos no son suficientes, debemos contar con aptitudes que impliquen el desarrollo de habilidades sociales y emocionales que exigen un perfil vocacional muy bien definido. Solo cuando existe este equilibrio entre el conocimiento y el buen hacer se puede hablar de un adecuado servicio de atención a adultos mayores.  

Vocación del cuidador 

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de hablar de las cualidades del cuidador es que sus funciones no se tratan de un trabajo mecánico, si bien es cierto que el trabajo de las personas responsables del cuidado de personas mayores presenta funciones y responsabilidades específicas y bien definidas, esta es una profesión que no se puede abordar desde una perspectiva radical.  

Por sus características, el trabajo de asistencia y acompañamiento a personas mayores tiene un importante componente vocacional. De ahí que las habilidades de un cuidador no son solo algo que se aprende y se ejercita sino que de alguna manera ya están presentes en aquellas personas quienes se dedican profesionalmente a este sector.

La sensibilidad y los valores de un cuidador

Las cualidades para trabajar con adultos mayores van más allá de su formación o de sus años de experiencia y redundan en la propia personalidad del cuidador. No en vano, son quienes deben proporcionar bienestar y felicidad a las personas dependientes desde múltiples perspectivas, entre una de ellas la de una relación empática.

Cuanto mayor sea la capacidad adaptativa del cuidador o cuidadora, más eficientes resultarán sus conocimientos y su manera de ponerlos en práctica en el cuidado. En este sentido, no solo se trata de aptitudes sino de las actitudes y de su talento para desenvolverse ante situaciones que pueden resultar imprevisibles y que exigen ser resueltas con diligencia y mucha sensibilidad.

10 cualidades del cuidador que garantizan el éxito de su trabajo

Experiencia

Es la manera objetiva que sirve para valorar si un cuidador está capacitado para desenvolverse en determinadas circunstancias. La mejor manera de adquirir las cualidades del cuidador es enfrentándose a la realidad del trabajo.


Capacidades comunicativas

La base de la relación con las personas mayores y su familia, consiste en tener una buena comunicación entre sí. Escuchar, entender y actuar en consecuencia para hacer que la persona mayor a cargo no se sienta aislada.

Honestidad

Las personas mayores dependientes depositan en la figura del cuidador toda su confianza. La relación de dependencia debe contemplarse como un vínculo basado en el respeto.


Constancia

Los mejores cuidadores de personas mayores son aquellos quienes observan y esperan con paciencia el momento en el que es necesaria su intervención. Para obtener buenos resultados es imprescindible la perseverancia y el esfuerzo contante.

Flexibilidad

Cada día es una oportunidad. A pesar de que con el paso del tiempo y la asimilación de ciertas rutinas el trabajo resulta cada vez más sencillo, cuidar a un anciano implica estar preparados para enfrentarse a situaciones imprevisibles.


Iniciativa

Las personas resolutivas afrontan mejor los cambios, los imprevistos, las sugerencias. La intuición y la capacidad de poner en marcha nuevas ideas harán más productivo el trabajo de los cuidadores.

Implicación

Cuando no hay vocación, la asistencia a personas mayores podrá ser eficiente pero no sobresaliente.

Fortaleza

Cuidar de personas con gran dependencia requiere de un adecuado estado de salud físico, mental y emocional.


Inteligencia emocional

Los seres humanos funcionamos por impulsos. Pero cuando una parte fundamental del trabajo que desempeñamos consiste en proporcionar estabilidad y seguridad a otra persona, es muy importante saber tener el control sobre emociones humanas como la frustración, el miedo o el estrés. Un buen cuidador debe transmitir energía y positividad.


Autocuidado

El cuidador debe evitar el síndrome del cuidador quemado o burn-out. Debe cuidar y autocuidarse para no sufrir el desgaste físico y psicológico que genera un trabajo tan exigente como este.

Un buen cuidador es aquel que sabe mostrar humanidad y diligencia en cada una de sus intervenciones. Una persona en la que tanto el adulto mayor como sus familiares pueden depositar su plena confianza con la seguridad de que han encontrado el apoyo que necesitan.

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