¿Cuándo consultar?

 

Frecuentemente decimos que “no todo olvido es falta de memoria” (existen, de hecho, olvidos de origen atencional y olvidos benignos que no necesariamente marcan el inicio de una enfermedad y existe también el envejecimiento sano), pero… ¿qué pasa cuando un adulto refiere cambios en su memoria y/o alguien cercano nota esos cambios en la cognición o en su conducta? ¿Cuándo consultar? ¿Qué hacer y qué no hacer?

Empecemos por lo que NO hay que hacer:

- Relativizar: “no pasa nada”

- Dramatizar: “uh seguro estás empezando con algo grave”

- Llenar a la persona de crucigramas y palabras cruzadas

Qué hacer. Algunas orientaciones a tener en cuenta:

- Escuchar con atención y observar sin prejuicios y sin sacar conclusiones apresuradas.

- Preguntar si impacta en la vida diaria, si la persona refiere que estos cambios le producen malestar en el desempeño en áreas laborales, académicas, sociales, etc.

- Si los olvidos son referentes a recuerdos y hábitos estables en el tiempo. La persona refiere que nunca fue despistada y ahora pierde las cosas, olvida o duda de la información que ya estaba aprendida y consolidada en la memoria, por ejemplo “siempre usé la misma clave para mi cuenta y a veces dudo cuál es”, “pierdo las cosas, dudo dónde guardé algo” (muy diferente a dónde dejé los anteojos o las llaves…), “no me salen las palabras” “no retengo la información nueva como antes” …

- Si los olvidos los sortea a costa de un esfuerzo de compensaciones que hasta hace un tiempo no tenía que hacer. Es decir, la persona los puede “pilotear” para que el resto no lo note, pero le genera un malestar significativo.

- La aparición de estos síntomas puede ser lenta y gradual, pero la persona nota que los cambios son persistentes y progresivos.

- Estos cambios no se dan en contextos de duelo, ni depresión, ni se deben a otras causas.

En estos casos puede ser conveniente hacer una consulta. El médico hará la derivación pertinente al equipo que determinará el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico si fuera el inicio de una condición o enfermedad. De lo contrario, brindará la tranquilidad necesaria y algunos consejos o información referentes a factores de riesgo y factores de protección.