Cómo Mejorar la memoria con la Alimentación
Recientemente un estudio científico descubrió que nuestros hábitos alimenticios están relacionados con nuestro cerebro y repercuten en nuestra memoria, y aportó información sobre cómo prevenirlo.
Generalmente consideramos a la grasa como el mayor enemigo de una vida saludable, sin embargo este estudio descubrió que algunos tipos de grasas pueden incidir en el estado de nuestra memoria.
Dicho estudio dedujo ciertas teorías:
Los ácidos grasos no saturados pueden ayudar a activar las enzimas que trabajan con las células nerviosas implicadas en la memoria.
Anteriormente había sido demostrado que las dietas con mucho colesterol, aumentan la presencia de proteínas amiloideas, una característica distintiva del Alzheimer.
La clave entonces estaría en consumir grasas sanas y evitar aquellas que sean perjudiciales.
Hecho que a su vez nos protegería contra las enfermedades cardíacas. El estudio consistió en la evaluación de los hábitos alimenticios de 825 personas, aquellas personas que llevaban dietas con alto consumo de grasas saturadas, demostraron ser más proclives a sufrir de Alzheimer.
Pautas alimenticias que sugieren:
• Consuma pescados azules, ricos en ácidos grasos esenciales de la serie omega-3. Estos ácidos grasos forman parte de las membranas de las neuronas.
• Oliva virgen y el ajo crudo ayudan también a evitar los fallos de memoria.
• Siga una dieta rica en alimentos que contengan vitaminas del grupo B como cereales integrales, legumbres y frutos secos. Estas vitaminas son fundamentales para las funciones cerebrales.
• Reduzca o evite el tabaco, alcohol y las bebidas estimulantes.
• Evite el consumo excesivo de azúcar blanco y de aditivos como los colorantes ya que afectan al sistema nervioso y pueden alterar el comportamiento.
• Evite las hipoglucemias. Para ello deberá hacer cinco comidas diarias en horarios regulares y nunca comenzar las tareas diarias -trabajo, estudio, etc.- sin haber desayunado.
• Duerma el tiempo suficiente. Recuerde que las horas de sueño perdidas no son recuperables.
• Practique ejercicio o deportes suaves.
• Evite el consumo de "comida basura".
Procure seguir una dieta rica en antioxidantes. Los más importantes son el betacaroteno (provitamina A) y las vitaminas B3, B6, B8, B12, C y E así como la Glutation Peroxidasa; lista a la que hay que añadir minerales como el cromo, el zinc y el selenio, el calcio y el magnesio. En cuanto a los productos vegetales con acciones antioxidantes, destacan el ajo, el alga spirulina, la soja, el germen de trigo, el té, el vino (especialmente el tinto), el pescado, algunas verduras y ciertas frutas (uvas, naranja, limón, ciruelas, fresas, frambuesas y arándanos).
Alimentos aptos
• ¿Avena: además de contener avenina -un alcaloide relajante- posee vitamina B1 cuya carencia produce irritabilidad. Es una excelente sustancia para combatir la fatiga intelectual.
• Almendra: es un fruto con una proporción de minerales muy adecuada para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
• Nuez: está demostrada su eficacia para mejorar el rendimiento intelectual debido a su alto contenido en fósforo.
• Germen de trigo: por su contenido en vitaminas del grupo B es un alimento indispensable para la memoria.
Alimentos perjudiciales
• Azúcares blancos: producen excesiva hiperactividad y nerviosismo.
• Grasa saturada: estas grasas y los ácidos grasos "trans" son responsables de muchas alteraciones en la salud vascular cerebral.
• Alcohol: produce un grave deterioro del sistema nervioso, pérdida de concentración e inestabilidad emocional. Rompe las conexiones neuronales al igual que la anestesia química.
• Proteínas: una ingesta excesiva de proteínas -especialmente de carne roja y queso curado- reduce la producción de triptófano y serotonina lo que ocasiona un elevado grado de excitación en el sistema nervioso.
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