¿Por qué reír nos hace sentir bien?
En algunos estudios de Charles Darwin se señalaba que la
base evolutiva de la risa tiene por función la expresión social de felicidad y
que esto otorga una ventaja de supervivencia cohesiva para el grupo, ya que
actúa como una especie de "señal social". Es mucho más probable reír
en un entorno social que cuando se está solo, ya que la risa es un signo de
pertenencia a un grupo, que indica aceptación e interacciones positivas.
La risa forma parte de la conducta humana controlada por el
cerebro y se produce como reacción biológica en diversas situaciones, dotando
de contexto emocional las conversaciones. Forma parte del sistema cerebral de
recompensas y genera placer, dado que libera endorfinas, los analgésicos
naturales del cuerpo. Popularmente se hace referencia a los efectos
beneficiosos de la risa en la salud y esto se debe a que durante la risa,
algunos indicadores del estrés disminuyen, ya que se reduce la producción de hormonas
que lo causan, los músculos se relajan, la presión sanguínea se reduce y la
absorción del oxígeno en la sangre aumenta.
Cuando percibimos a través de nuestros sentidos algo que nos
impulsa a reír, se activan la corteza auditiva y la amígdala, estructura
esencial para el procesamiento emocional de las señales sensoriales, ya que
recibe proyecciones de todas las áreas de asociación sensorial.
Aunque estas estructuras se activan bilateralmente, en el
hemisferio derecho se observa un papel especial en los procesos requeridos para
la comprensión del humor, sin diferenciar a través de qué sentido percibimos el
factor humorístico.
La risa tiene la propiedad de liberar energía negativa del
organismo. Esto se debe a que el mecanismo que acciona la risa se localiza en
la zona pre-frontal del córtex cerebral, la parte más evolucionada del cerebro
y encargada de procesar todas las secuencias de acontecimientos y de establecer
relaciones entre distintas actividades y sus consecuencias y donde reside la
creatividad. Un segundo después de comenzar a reir, el córtex cerebral libera
impulsos eléctricos negativos, lo que provoca que el cerebro active la
segregación de endorfinas como la encefalina, sustancia capaz de aliviar el
dolor y mantener el equilibrio entre el tono vital y la depresión.
La risa limita también la producción de una hormona llamada
cortisol, responsable del estrés, y libera dopamina en el cerebro, un
neurotransmisor asociado a la agilidad mental al mejorar las conexiones
neuronales.
En cuanto a la expresión de la risa, las zonas cerebrales
implicadas varían en función de si es la risa voluntaria o espontánea:
Durante la risa voluntaria, que implica movimientos faciales
voluntarios, se estimulan áreas relacionadas con las funciones motoras, como
son la corteza motora primaria, la corteza premotora y el opérculo frontal.
Durante la risa espontánea o involuntaria, se estimula el
sistema límbico, centro cerebral procesador de las emociones, y las dos
estructuras dentro de él implicadas en la producción de la risa: la amígdala y
el hipocampo. Puesto que la amígdala participa también en el sistema formador
de memorias, todo aquello relacionado al humor se recuerda fácilmente.
Se encuentran variaciones respecto a la risa en función del
género: Aunque tanto en hombres como en mujeres, las áreas activadas ante un
estímulo humorístico son las mismas, el centro de recompensa de las mujeres
ante dicho estímulo es más activo que el de los hombres. En cuanto a la
expresión de la risa, al igual que ocurre con el habla, las mujeres ríen en un
tono más agudo que los hombres y su risa tiende a ser más cantarina, mientras
que la de los hombre es más semejante a un bufido o un gruñido.
Se han diferenciado varios tipos de risa en función de los
músculos faciales y adicionales implicados en ella: Hay risa nerviosa, en forma
de carcajada, risa malvada, histérica, tímida, de chasquido, despectiva,
desesperada…Pese a que todas las risas son contagiosas y la risa en sí misma
provoca la misma respuesta en otras personas, la sonrisa es la más contagiosa
de todas. La sonrisa puede considerarse como una forma suave y silenciosa de
risa y suele aparecer a las seis semanas de vida, constituyendo el primer
lenguaje del ser humano y evolucionando posteriormente a conducta emocional.
La risa no está restringida a los humanos. Existe la risa
animal, y no sólo en los primates, sino también en otros animales como perros y
ratas, que emiten sonidos similares a la risa de los bebés. Esto se debe a que
el sistema límbico, que maneja la risa, es una de las partes menos
evolucionadas del cerebro humano y la compartimos en cierta medida con animales
inferiores.
Además de conocer
cómo actúa la risa a nivel cerebral, es necesario saber que los estudios
realizados sobre el tema tienen repercusiones importantes en la investigación
médica: Determinando qué áreas cerebrales están implicadas en la respuesta del
cerebro al humor y a la risa, fue posible conocer que las personas en estado
vegetativo tienen la capacidad de experimentar emociones positivas y sentir
placer, ya que las áreas cerebrales implicadas en estos procesos se activaron
ante juegos humorísticos de palabras.
FUENTE: http://sobremicerebro.blogspot.com/
Comentarios
Publicar un comentario