Perros ideales para acompañar a personas adultas mayores.

Evitar la soledad o mejorar la salud son algunos de los beneficios que conlleva para una persona mayor compartir su vida con una mascota. Descubre las razas de perro más adecuadas para los ancianos.

El ritmo acelerado que marca nuestro día a día tiene como consecuencia directa la soledad de nuestros mayores. La salud también se ve resentida como resultado de la edad o la posible falta de cuidados. Todo ello, unido a un posible deterioro a nivel psicológico y la disponibilidad total del tiempo, empuja a muchas personas mayores a decidir compartir su vida con una mascota. Un perro puede aportar numerosos beneficios a adultos mayores que sienten la necesidad de sentirse acompañados, queridos y ocupados. Os contamos cuáles son los perros ideales para acompañar a personas mayores, por qué, y qué debemos considerar antes de decantarnos por una u otra raza.

Beneficios de tener un perro para las personas mayores


Son muchos los beneficios que aporta elegir un perro como compañero de fatigas, y aunque puede ser positivo a todas las edades, las personas mayores y los niños son los más beneficiados de esa relación. En el caso de los ancianos, al llegar a una determinada edad han perdido muchas de sus facultades básicas, se encuentran solos, o sufren enfermedades de tipo físico o mental, y un perro puede mejorar bastante su calidad de vida. De hecho, tal es la importancia de la figura del perro para mejorar la vida de los mayores, que muchos centros de día y residencias de la tercera edad apuestan por la terapia con estos animales para potenciar su desarrollo físico y mental.

A nivel psicológico, un perro transmite alegría, ilusión y optimismo, a personas que, llegado un determinado momento, pueden haber perdido la motivación para emprender un nuevo día con ánimo. Además, les hace sentirse útiles y con confianza, algo fundamental para las personas mayores. Juan Carlos Castilla, adiestrador canino en Noblecan explica que un perro “hace compañía y, entre otras muchas cosas, evita tener depresiones a la persona mayor que lo cuida. Además, un perro le permite realizar actividades físicas necesarias y saludables para la persona mayor como, por ejemplo, pasear”. El adiestrador recomienda que el perro esté educado/adiestrado, “pues la convivencia con los humanos y con el resto de congéneres mejora enormemente y se deja manipular mejor”.

La adiestradora y educadora de perros Vicky Ribes, fundadora de Canistraining, opina que cuando una persona se jubila “deja de tener unas obligaciones y unas rutinas lo que, en algunos casos, puede convertirse en un problema: las personas no saben qué hacer con su tiempo y caen en la tristeza y la depresión”. Según nos cuenta la adiestradora, un perro les proporciona ciertas obligaciones al tener un ser vivo que depende de ellos, ya que hay que alimentarlo, pasearlo, darle los cuidados higiénicos necesarios, etcétera. “La fidelidad, lealtad y cariño de un perro es algo que puede llenar la vida de su cuidador y la de quienes les rodean”. Además, una persona que se haya quedado sola encuentra compañía y conversación en los parques con los cuidadores de otros animales, comparten experiencias, tienen algo en común, y conocen gente que comparte el amor por los perros, algo que siempre es positivo.

Claves para elegir el perro ideal para una persona mayor.

No todos los perros son adecuados para todo el mundo, especialmente si se trata de personas mayores. Y es que no sólo el tiempo de dedicación al animal o el dinero que vamos a necesitar invertir mes a mes en su mantenimiento son factores a tener en cuenta. “Las personas de edad avanzada tienen unas necesidades y limitaciones concretas, y tener muy en cuenta la raza del perro, su carácter y temperamento, es esencial para no tener después problemas de adaptación y derivados del hecho de no cubrir las necesidades energéticas o mentales de una raza determinada”, explica la educadora de perros y fundadora de Canistraining, Vicky Ribes.

Te ofrecemos las claves para elegir el perro ideal para personas mayores:

Edad intermedia. Tanto los cachorros como los perros mayores requieren importantes cuidados y atenciones. Vicky nos advierte de que, por un lado, en función de la edad del propietario, “podría ser recomendable que no se haga cargo de un cachorro”. Las razones son sobre todo físicas y biológicas. “En muchas ocasiones no se contempla el tema de la edad del propietario, y el perro, una vez fallecido su dueño, acaba los últimos años de su vida en una perrera municipal o en una protectora, puesto que muy poca gente adopta a un perro mayor”. A veces los familiares del fallecido no quieren hacerse cargo del animal; otras, simplemente ocurre que la persona no tenía a nadie más, y “los perros que sufren este escenario terminan muriendo solos de pena entre los barrotes de una jaula”.

También debemos tener en cuenta que el cachorro tiene una energía sin fin. “Los cachorros son movidos, tienen que ser educados con mucha constancia, hacen travesuras, necesitan mucho ejercicio, tanto físico como mental, y es posible que una persona mayor no esté en condiciones de cubrir todas esas necesidades, sencillamente porque no tienen la misma energía, y quizá paciencia, para la educación completa de un cachorro”, argumenta la adiestradora de Canis Training.

Los perros mayores, por su parte, pueden tener más problemas de salud o necesidades especiales derivadas de su avanzada edad, por lo que demandarán más atención. Por ello, es importante valorar que los perros ideales para las personas mayores son los perros de edad intermedia debido a que ya han sido educados y tienen menos requerimientos que un cachorro o un perro mayor. Adoptar un perro de raza pequeña y de edad avanzada, por ejemplo de ocho años, también proporciona muchísima satisfacción a los propietarios: por un lado han salvado una vida, por otro ambos tienen las mismas necesidades (descansar, pasear tranquilamente, darse compañía mutua, tranquilidad…).
Cuidados y mantenimiento. Algunas razas de perro necesitan mucho trabajo en términos de higiene y ejercicio. Por ello, hay que tener muy en cuenta que el animal que acompañe a una persona mayor debe dar poco trabajo para que pueda estar bien atendido. Las razas con el pelaje corto son una buena elección por dos motivos fundamentales: sólo requieren un cepillado sencillo, por lo que no habrá necesidad de visitar frecuentemente la peluquería canina, y las pulgas y garrapatas son más fáciles de encontrar, un punto a favor de personas mayores con la vista delicada.
Peso y tamaño. Las personas mayores, pese a que pueden tener una agilidad y un estado físico envidiables, suelen ser más inestables por una mera cuestión biológica. Por ello, es conveniente no optar por perros difíciles de manejar en caso de tirones, carreras, baños o conflictos. Para la adiestradora de Canis Training el tamaño importa, pero relativamente. “Hay razas que por su naturaleza genética tienen un temperamento más tranquilo y no necesitan un ejercicio físico demasiado exigente aun siendo de tamaño mediano, o incluso grandes. Por contra, hay perros pequeños que necesitan mucha estimulación física y mental y no serían los más adecuados para una persona que disfruta de la tranquilidad y la compañía sin más. Obviamente, hay que tener sentido común: un perro que pese más de 15 kilos ya tiene la suficiente fuerza como para hacer caer de un tirón a una persona no demasiado corpulenta”, opina.
Carácter. “Que tenga un carácter tranquilo, cariñoso, sumiso y sociable, tanto con humanos como con perros, y que sea de energía baja” son las recomendaciones que apunta el adiestrador de perros en Noblecan Juan Carlos Castilla en cuanto al carácter del animal. Vicky Ribes añade, además, que aunque todos los perros tienen una parte genética, “hay otros aspectos importantes que marcan el carácter: las experiencias vividas, el entorno en el que ha crecido…”, por lo que dentro de las razas cada individuo es único y puede no ajustarse al estereotipo que tenemos preconcebido de una raza concreta. “Esta es otra de las ventajas de adoptar un perro adulto, ya que tiene el carácter formado y no nos llevaremos sorpresas”.

La adiestradora nos recuerda las ventajas de adoptar en lugar de comprar, y de hacerlo de un perro mestizo sin una raza determinada: “un perro adulto rescatado de un refugio o perrera es una garantía de agradecimiento y amor puro”. Sin embargo, en el caso de las personas mayores, se debe tener en cuenta que en los refugios hay perros que tienen serios problemas (graves fobias, problemas de agresividad, patologías causadas por malos tratos anteriores, etcétera): “En estos casos, aunque nos dé mucha pena, deberíamos dejar estos perros para otras familias más preparadas psicológicamente para afrontar los problemas que el perro pueda traer consigo. El amor, en estos casos, no lo cura todo, y la pena no ayuda a estos perros con problemas”.
Las mejores razas de perro para personas adultas mayores.


Un perro puede cambiar mucho la situación de una persona mayor: es un motivo de peso para levantarse cada día, mantenerse ocupado, salir a la calle y, como consecuencia de todo esto, mantener un cierto equilibrio emocional. Además, un perro ofrece cariño infinito, compañía y lealtad a quien le cuida y acompaña cada día. Una vez que hemos analizado los beneficios que puede aportarnos adoptar un perro, tenemos que tener en cuenta que hay una serie de razas más adecuadas para acompañar a personas mayores porque poseen las características necesarias para proporcionar a sus propietarios más beneficios que posibles problemas.

Juan Carlos Castilla, adiestrador canino en Noblecan, recomienda razas pequeñas “por su fácil manejo y el menor esfuerzo de cara al mismo, y por su facilidad para educarles cuando muestren conductas no deseadas”. Insiste en que, además, este tipo de razas “necesitan menos ejercicio que los perros de razas grandes/medianas, lo cuál supone ahorro de tiempo, y son más fáciles de transportar”. No opina lo mismo Mario Lanero Fernández, adiestrador de perros desde hace más de 25 años y director de Dog Service, quien recomienda evitar los perros pequeños “porque se meten con facilidad entre los pies y pueden provocar accidentes”. Tampoco considera apropiados para ancianos los que son demasiado grandes “por su dificultad en el manejo en caso de necesidad”.

Para Marcos González, Ingeniero Técnico Agrícola, adiestrador canino, y especialista en Gestión del Comportamiento en EDUCAN, es muy importante “el individuo y no sólo la raza”. En este sentido, una de las razas que considera más adecuadas para este tipo de cuidadores sería el Cavalier King Charles Spaniel (comúnmente llamado cavalier), “ya que es una raza con un carácter paciente y cariñoso, que rara vez da problemas de comportamiento, y que se adapta muy bien a la vida en un piso”.

La adiestradora y fundadora de Canistraining, Vicky Ribes, por último, propone algunas razas que considera adecuadas para compartir la vida con una persona mayor. Entre ellas están el chiuaua, que “suele ser un perro tranquilo, siempre agradece los mimos, y no tiene unas necesidades físicas importantes”; el Yorkshire Terrier, que comparte características con el Chiuaua y “pese a que algunos son un poco nerviosos en la calle, en casa suelen ser tranquilos”; el galgo, un perro familiar “cuyo mayor placer es pasarse el día durmiendo en una cómoda camita cerca de su propietario” y que, aunque de tamaño podría no encajar con lo que buscamos, “tiene un carácter marcadamente tranquilo y equilibrado que lo convierte en un compañero ideal para personas mayores”; y el golden retriever, un animal equilibrado, tranquilo y que, por lo general, “es un perro que encaja en casi cualquier entorno”.

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