Las cualidades de un buen cuidador: 7 puntos claves
Estos son, a mi entender y a grandes rasgos, las cualidades de un buen cuidador: 7 puntos clave

Experiencia – La experiencia es valiosa, ya
que ayuda al cuidador a determinar si puede o no manejar una tarea en
particular. Aunque no es el ingrediente principal que uno debe tener en cuenta
para ser un buen cuidador, ya que un cuidador sin experiencia puede ser más
atento y estar más dispuesto a ayudar.
Formación – Es difícil argumentar
que los cuidadores con capacitación están más preparados para el cuidado que
aquellos que nunca han recibido una educación formal. Sin embargo, si el
cuidador tiene una mala actitud o una pobre ética en el trabajo, ni todo el
entrenamiento ni toda la formación hará de él un buen cuidador. Si su ser
querido necesita cuidado personal (asistencia para bañarse, vestirse, ir al
baño, etc. una persona con experiencia y con una actitud positiva natural,
puede ser muy eficaz con los pacientes, así que proporcionarle una buena
formación es una de las muchos deberes del Sistema Nacional de Atención a la
Dependencia.
Fiabilidad – Los cuidadores
trabajan en gran parte sin supervisión. Pida referencias sobre su trabajo, lo
que le dará pistas sobre si puede o no puede confiar en él. Pero no lo tome
demasiado en serio; las referencias pueden proporcionar una idea de lo que
pasará cuando usted no esté alrededor, pero existe una gran cantidad de
personas que no están dispuestas a exponerse a posibles recriminaciones y
muchas veces no quieren dejar pasar la oportunidad de ganarse la vida, así que
dan las referencias sesgadas.
Rendición de cuentas – Cómo una
persona acepta la crítica suele ser una indicación fiable de si se sienten o no
responsables de su paciente. Cualquier persona que no puede admitir los errores
del pasado debe ser visto con sospecha; los cuidadores que echan la culpa de
las cosas que van mal a otros, no son de fiar. Puede ser una reacción natural
para evitar la culpa, pero las personas responsables aceptan su culpa.
Honestidad – La honestidad no
sólo significa que el cuidador no robe a los mayores desvalidos o a sus
familias. Significa también que ellos llegan con puntualidad, manejan sus
responsabilidades con precisión y por lo general pueden dar cuenta de la
medicación, los suministros y el dinero que se le encomiende.
Necesidad económica – Tenemos una
repulsión natural hacia los cuidadores que abiertamente reconocen que están
haciendo este trabajo porque necesitan dinero. Tenemos una tendencia a asumir
que significa que no se van a preocupar por nuestro familiar. Después de todo,
la mayoría de nosotros mantenemos empleos porque tenemos que pagar nuestras
cosas. Si va a contratar a un asistente personal o a un cuidador, entonces
entienda que asume la responsabilidad de la gestión de esa persona y negociará
continuamente su compensación.
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