Asocian la pérdida auditiva central con el deterioro cognitivo leve.
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La pérdida de audición es
un problema de salud frecuente durante el envejecimiento, y se estima que un
tercio de las personas mayores de 60 años sufre presbiacusia en mayor o menor
grado. Ahora, un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de
Salud y la Universidad de Bari, en Italia, ha revelado que la pérdida auditiva central asociada a la edad –que
se debe a dificultades en la capacidad del cerebro para procesar el sonido, por
lo que la persona puede oír, pero no es capaz de comprender lo que oye–,
duplica las probabilidades de tener deterioro cognitivo leve.
Los investigadores analizaron a 1.604
individuos con 75 años de edad de media,
que habían sido incluidos en el estudio poblacional realizado en el sur de
Italia 'Great Age Study'. El 26% de estas personas presentaba pérdida de
audición periférica (originada por problemas en el funcionamiento del oído
interno y los nervios auditivos), el 12% padecía pérdida auditiva central, y el
33% había sido diagnosticado con deterioro cognitivo leve.
Los
resultados del trabajo, que se presentarán en la 70ª Reunión Anual de la
Academia Estadounidense de Neurología, que se celebrará en abril en Los Ángeles
(Estados Unidos), mostraron que el 75% de las 192 personas con pérdida auditiva
central (144) sufría deterioro cognitivo leve. De los 609 que oían bien, el 60%
(365) también presentaba este trastorno mental. En los individuos con pérdida
de audición periférica no se observó que tuvieran más probabilidades de padecer
deterioro cognitivo leve que aquellos sin problemas de audición.
Pérdida
de audición y problemas de memoria
Rodolfo Sardone, autor del trabajo, ha explicado que sus
hallazgos, aunque preliminares, sugieren que la pérdida de audición central
podría estar relacionada con la misma pérdida progresiva
de funciones de las células cerebrales que se produce en
el deterioro cognitivo, en vez de con la privación sensorial que provoca la
pérdida de audición periférica.
Los participantes en el estudio también realizaron
pruebas que evaluaban su comprensión del habla, y aquellos con puntuaciones más
bajas en esta prueba también obtuvieron menos puntos en otra prueba que
comprobaba su pensamiento y habilidades de memoria. Sardone ha declarado, sin
embargo, que los resultados del estudio no demuestran que la falta de audición
origine problemas de memoria, sino que indican una asociación entre ambos.
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